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“Se avecinan vientos favorables para la economía”

Lo aseguró Adelmo Gabbi, quien además observó que la mejora en la situación económica argentina se ve reflejada “en los números y en los volúmenes de los productos que cotizan en Bolsa”. Aquí, una síntesis del discurso pronunciado por el presidente de la BCBA durante el acto de fin de año compartido con los socios de la institución.

Adelmo Gabbi, presidente de la BCBA

“Nos reunimos para brindar por el año extraordinario que nos ha tocado vivir en materia de mercado y de país. Creo que lo importante es estar juntos: el encuentro. Hay que señalar que la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, la institución económica más antigua de la Argentina, siempre está con los brazos abiertos para juntarnos. Y hoy nos reúne una vez más.

“En los momentos difíciles, son las grandes instituciones las que emergen de esa situación. Por eso la Bolsa lleva tantos años, y hoy, como entidad empresaria, está ubicada en el nivel que soñaron aquellos fundadores de 1854, hace ya más de 170 años. La Bolsa es, fue y será la institución de la República.

“¡Cuántas cosas han pasado este año! El desafío actual es profundo, pero también es una oportunidad. Ojalá no la perdamos. Ojalá que lo conseguido este año (el superávit fiscal, la baja de la inflación, el saneamiento del Banco Central, el descenso del Riesgo país) continúe en 2025 y en los años próximos, para que nuestros hijos no tengan que irse de la Argentina, y para que muchos de los que se fueron vuelvan al país.

“Todos los días vemos que en los lugares importantes del mundo hay argentinos que estudiaron aquí, se educaron en familias como las nuestras, y luego migraron para brindarle su esfuerzo a otro país. Por eso creo imprescindible dar las oportunidades para que la gente no se vaya más de la Argentina en busca de mejores horizontes.

“2024 ha sido un excelente año para los mercados. El índice Merval ha superado el 150% respecto de 2023, medido en dólares. Los bonos de la deuda externa argentina pasaron de alrededor del 30% de su valor a más del 70%. Nuestro idioma de los precios, el que hablamos los hombres de mercado, le ha dicho al mundo que esta vez la Argentina está de pie otra vez. Y ahora confío y espero que sea para siempre.

“El año pasado les decía que entender que los gobiernos crean riqueza es una gran mentira: sólo pueden ayudar a generarla, sin perjudicar el trabajo de sus habitantes. Hasta 2023 teníamos el mayor gasto público y el mayor índice de pobreza de la historia, porque el Estado no genera grandeza. Lo único que debe hacer el Estado es dedicarse a sus funciones, sin perjudicar el trabajo de los privados, que son quienes hacen grandes a las naciones, y seguramente volverán a hacer grande a la Argentina.

“La nuestra es la última Bolsa de Comercio estrictamente bursátil que queda en el mundo, pero tengan la certeza absoluta de que en la Argentina siempre va a estar, porque así somos los argentinos: cautos y cuidadosos a la hora de administrar instituciones como ésta. Por eso creo que pasarán los años y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, entidad sin fines de lucro, seguirá existiendo y honrándonos como país”.

«Hay que darle al privado la posibilidad de que esté cada vez mejor, para que ayude a desarrollar el país» (Adelmo Gabbi)

El valor de la palabra

“Se avecinan vientos favorables para la economía: el mercado así lo percibe y, por eso, como siempre, se adelanta a los acontecimientos. Todos los que estamos aquí lo vemos reflejado en los números y en los volúmenes de los productos que cotizan en Bolsa. Hace dos semanas, la provincia de Santa Fe vino a la Bolsa a buscar 50 millones de dólares a través de un título, y los consiguió en un solo día, a una tasa muy baja. Ésa es la fortaleza de nuestro sistema bursátil.

“La Bolsa representa la cultura del trabajo, de la transparencia, del valor de la palabra y del respaldo de la seguridad jurídica. Aquí, en este recinto, he visto operar cifras importantísimas en negociaciones a través de las cuales la palabra de los viejos agentes de Bolsa y mandatarios se respetaba a rajatabla: sólo era cuestión de decir ¡suya! o ¡mía!, se escribía en un papel, y esa operación ya quedaba en firme. Por eso las instituciones como ésta se mantienen a través del tiempo: por el respeto a la palabra, ése respeto que nos enseñaron nuestros mayores, y que por todos los medios debemos intentar transmitirles a nuestros hijos.

“La educación y las normas morales son los recursos más eficientes que puede tener un país. Hay que ir por ese camino. Hay que darle al privado la posibilidad de que esté cada vez mejor, para que ofrezca trabajo, para que pague sus impuestos y pueda cumplir con sus obligaciones; en definitiva, para que ayude a desarrollar el país.

“En este último año, cada día hemos estado un poco mejor. En la Bolsa amamos la libertad. Creo con toda sinceridad que es la libertad de las personas la que hace grandes a los países. Y yo quiero que el mío sea un país grande, como el que soñaron mis abuelos cuando decidieron venir a la Argentina.

“Propongo que en el brindis de este año nos olvidemos del pasado y pensemos solamente en el futuro: en el futuro de nuestro país, de esta gran nación; y en nosotros: en nuestras familias, en nuestra institución”.