El desafío de financiar la Infraestructura
Durante el encuentro del CPI realizado en la Bolsa de Comercio, representantes políticos y técnicos de entidades empresarias y gremiales disertaron sobre el aporte de la inversión privada al desarrollo de la Infraestructura. “Los privados debemos hacer un esfuerzo para lograr el financiamiento”, manifestó el presidente de la BCBA, Adelmo Gabbi.
El evento “Inversión privada en Infraestructura”, llevado a cabo en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, se constituyó en un foro de gran interés para analizar y difundir las propuestas de todos los sectores de la economía argentina comprometidos en dicha temática. Organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), el encuentro presentó iniciativas para los segmentos de la Energía, de la Minería, de la Conectividad, del Transporte y la Logística, y de la Vivienda urbana, entre otros. Conformado por las entidades que integran el Grupo de los 6, la CGT y la UOCRA, el CPI tiene por objetivo impulsar el desarrollo de políticas y estrategias permanentes que promuevan la inversión en infraestructura. A tal fin, el Consejo genera propuestas concretas para mejorar la competitividad del país y asegurar un crecimiento sostenible a largo plazo.
Durante la apertura, en la que tomaron la palabra autoridades de las entidades fundadoras del CPI, el presidente de la BCBA, Adelmo Gabbi, afirmó que “la obra pública es importante para todas las esferas del país”, y reflexionó: “El financiamiento inmediato y futuro de la obra pública depende del sector privado, pero en la gran mayoría de los casos, este tipo de obra no puede financiarse si no es con el aporte del Estado. Necesitamos entonces que la obra pública sea transparente, no sólo en lo que respecta a la actividad privada, sino también en lo que concierne al rol del Estado. Como siempre se ha pensado desde el CPI, es fundamental trabajar en favor de las empresas constructoras, porque bien sabemos que la Construcción es la madre de todas las industrias”.
Conectar la oferta con la demanda
En el panel Instrumentos financieros para el desarrollo de la Infraestructura, el presidente de Orson Capital, Adrián Cosentino, aseguró que “en lo atinente a la inversión en Infraestructura, el rol del mercado de capitales ya está zanjado”, y detalló: “Tenemos una experiencia de inversión muy contundente que demuestra el rol que la actividad bursátil puede jugar en algo fundamental como la obra pública de infraestructura. Y contamos con un sistema financiero capaz de acompañar el proceso de inversión, con un mercado de capitales chico, pero no poco desarrollado”. Al observar que “hay un montón de temas de infraestructura por resolver”, Cosentino estimó: “Esto puede ser un problema que incomoda a la política y afecta a la economía, pero también es una enorme oportunidad. El desafío que nos concierne a todos es conectar la oferta con la demanda”.
Por su parte, Francisco Gismondi, gerente General de ADEBA, sostuvo que “los bancos tienen muchos más dólares de los que pueden prestar”, y argumentó: “Prestar en dólares a quienes no los generan es un problema, pero prestarlos a una empresa que aporta a una obra de infraestructura relevante facilitaría en gran medida su financiamiento”. Asimismo, Gismondi enfatizó: “En el sector bancario hay muchos recursos. Todo lo que hace falta está disponible. Hay liquidez, hay capital para prestar, y los bancos quieren hacerlo porque se dedican a eso. El excedente en dólares de los bancos está ahí. Hay que ver cómo se puede canalizar hacia la producción en general y hacia la infraestructura en particular”.
Al cierre del panel, el economista de la BCBA, Manuel Oyhamburu, aclaró que “el limitante para financiar la inversión en infraestructura no está en el mercado”, y explicó: “En el mercado de capitales hay cosas para mejorar, pero son mínimas. Los instrumentos están y los actores son versátiles. Pero hay que considerar que, para que haya crédito, primero tiene que haber ahorro. Fuera del sistema, hay ahorros privados de argentinos por unos 280.000 millones de dólares. Ahí está el dinero para financiar los 25.000 millones requeridos en los próximos 10 años para inversión en infraestructura”. En tal sentido, Oyhamburu opinó que “el régimen de regularización de activos puede ser una oportunidad” para dicho financiamiento, aunque advirtió: “El Estado debe bajar el gasto público improductivo que venía absorbiendo gran parte del sector privado, para que el ahorro privado pueda canalizarse hacia la inversión en infraestructura”.