El Coro Polifónico Nacional se presentó en el recinto viejo del Palacio Bursátil, bajo la batuta del director invitado, Maestro Guillermo Tesone. Así quedó inaugurada la temporada de Conciertos del Ciclo Cultural de la BCBA, con un programa que hizo honor a la temática del mes de marzo interpretando obras exclusivamente de compositoras mujeres.

El zumbido de los aires acondicionados obligado para soportar una sofocante jornada estival no logró opacar la nitidez y potencia de las magníficas voces que inundaron la apertura de la temporada de Conciertos en la Bolsa. Antes de que comenzara a sonar la música, Margarita Pollini, la coordinadora artística del Coro, expuso algunos detalles sobre las biografías de las cinco compositoras cuya obra se interpretó esa noche.

Las compositoras

El concierto comenzó en coro mixto a cappella con Drei gemischte Chöre (1848), de Clara Weick Schumann (1819-1896), quien “fue recordada por haber sido la esposa de Robert Schumann, pero Clara fue una mujer con nombre y carrera propios como pianista, compositora y profesora, algo que no era demasiado común en la época,” explicó Margarita Pollini, y agregó que, cuando se casaron, él “era un compositor muy poco conocido, mucho menos de lo que lo era ella como virtuosa”.

Luego se escuchó Les Sirenes, en un coro femenino con solo de mezzo a cargo de María Luisa Merino Ronda y, en piano, de Claudio Santoro; luego, se interpretó Sous bois. La creadora de estas dos obras, Lili Boulanger (1893-1918), en su corta vida mostró un talento enorme para la música y fue la primera mujer en ganar en 1913 el famosísimo Premio de Roma, instituido por Luis XIV y cuya retribución consistía en una estadía en Italia. Lamentablemente, Lili no pudo disfrutar por completo del viaje a esa ciudad, primero por el estallido de la Primera Guerra Mundial y segundo por problemas de salud.

A continuación, en coro mixto, y con solo de tenor (Maico Hsiao Chia-I), órgano (Claudio Santoro) y arpa (Lucrecia Jancsa), se presentó Cantique de Jean Racine, una de las más de 300 obras de Mel Bonis (1858-1937). “También francesa, fue una de las primeras mujeres en poder ingresar al Conservatorio Nacional,” destacó Pollini.
En la segunda parte del concierto, se escucharon en primer lugar, Dos Canciones, de Modesta Bor (1926-1998), musicóloga y docente venezolana, además de compositora y directora de coros, que estudió con Aram Khachaturian en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, al comenzar la segunda mitad del siglo XX.

A continuación, y para cerrar el programa, el Coro interpretó Cinco canciones de Cuna en coro mixto a cappella (con solos de Laura Delogu y de María Luisa Merino Ronda), obra de la compositora argentina contemporánea, Georgina Perazzo. “…y tan argentina y contemporánea, que hoy está aquí en la sala,” presentó Pollino, para alentar al público a brindarle un merecido aplauso. Cabe aclarar que es muy infrecuente tener la posibilidad de contar con la presencia de los compositores en los conciertos, de manera que resultó una ocasión para celebrar.

La velada cerró con Serenata para la tierra de uno, canción de María Elena Walsh, con la invitación al público a acompañar las voces profesionales. Un especial agradecimiento a quienes han tomado la decisión de hacer justicia a tanta virtuosa oculta en el mundo de la música universal.