Lo remarcó Adelmo Gabbi en el agasajo de Fin de Año ofrecido por la Bolsa de Comercio de Buenos Aires a sus socios. “Casi el 92% de las empresas que constituyen el producto bruto nacional cotiza algún instrumento en la BCBA y BYMA, lo que ofrece a los inversores locales y extranjeros una garantía de inversión, de transparencia y de seguridad”, destacó el presidente de la entidad bursátil.

La gran concurrencia que colmó el Recinto Principal de la BCBA el 7 de diciembre recibió a Adelmo Gabbi con un aplauso cerrado. Durante el agasajo de Fin de Año ofrecido a los socios de la Bolsa, el presidente de la entidad manifestó, conmovido: “Ésta es una reunión en la que todos nos juntamos para estar unidos. Por encima de las diferencias económicas, religiosas, de edad, y cualquier otra, acá está la verdadera familia bursátil: todos nosotros, que somos los dueños de la Bolsa. Porque esta institución, que en 2024 cumple 170 años de vida, tiene como dueños a los socios. Pueden pasar muchas cosas: pandemia, guerra, crisis política, vacío social…; pero todos los que estamos acá sabemos que, de enero a enero, la Bolsa, como entidad social, y su brazo financiero, BYMA, van a cuidar de nuestros ahorros con honestidad, transparencia y orgullo”.

“Mi corazón bolsero es y será, siempre, optimista”, admitió Gabbi ante sus amigos y colegas. “Y este corazón bolsero mío me hace pensar que en el corto plazo vamos a tener desafíos profundos. Pero la oportunidad es ésta y, ojalá, no la perdamos. Hay que dejar de lado las diferencias ideológicas y empujar por el bien del país. De una buena vez hay que dejar de andar por los baches y tomar por la ruta firme, la que nuestros mayores soñaron e hicieron posible. Vamos a trabajar, a luchar, a ser optimistas. Tenemos una posibilidad de cambio. Casi el 92% de las empresas que constituyen el producto bruto argentino cotiza algún instrumento en la BCBA y BYMA, lo que da una garantía de inversión, de transparencia y de seguridad muy importante para nosotros y para los inversores extranjeros”.

Más allá de las promesas

El titular de la BCBA propuso dejar de lado las malas noticias, “ya conocidas por todos”, para reafirmar las novedades positivas: “El Presidente de la Nación promete ordenar las cuentas fiscales y aumentar la productividad; valora al sector privado, se compromete a honrar nuestros compromisos, y como puntapié inicial promete elegir socios comerciales que respeten la democracia y la propiedad privada. Cuando nosotros supimos respetar la democracia y la propiedad privada, la Argentina fue uno de los grandes países del mundo. Más allá de las promesas, podemos asegurar que en 2024 la Argentina tendrá un gran superávit fiscal. Superada la sequía, en un contexto de altos precios internacionales, y en una situación en la que ya no tengamos que importar gas y se consolide la exportación de cobre y de litio, podemos pensar que, en materia financiera, 2024 va a ser mejor que estos últimos años”.

“La Argentina es el mejor ejemplo de que el exceso de gasto público no genera oportunidades: a las oportunidades las generan los privados”, enfatizó Gabbi, y recordó: “Claramente, la Argentina marchaba hacia un colapso casi definitivo. La sociedad decidió, democráticamente, cambiar el rumbo. Pero todos tenemos que entender lo difícil que será llevar a cabo los cambios necesarios; los cuales, sin ninguna duda, eran, son y serán inevitables. Esta vez, nuestra ciudadanía decidió tomar un nuevo rumbo. Por eso, todos tenemos que trabajar para intentar ir hacia adelante. La Bolsa es el claro ejemplo de algo que empezó muy pequeño y que en casi 170 años terminó siendo la institución de la República. Pase lo que pase, estaremos acá donde están los mejores negocios y las mejores posibilidades de inversión. Ojalá que en el futuro recordemos a 2024 como el año en el que la Argentina cambió el rumbo, el año en el que los políticos empezaron a cumplir con sus promesas”.