Cresud, IRSA e Hipotecario
Creada originalmente como subsidiaria de una empresa belga, Cresud hoy comparte denominador común con IRSA y Banco Hipotecario: hacer crecer el negocio de los bienes raíces en Argentina y más allá. Su actividad incluye también, rubros como el agropecuario, lo que la convirtió en la primera compañía latinoamericana del sector en cotizar tanto en Argentina como en EE.UU.
Cresud
El origen de Cresud se remonta al año 1936, cuando la empresa belga Credit Foncier, una compañía de créditos hipotecarios rurales, creó a Cresud como subsidiaria para administrar los terrenos ejecutados hasta que las condiciones de mercado permitieran venderlos a mejores precios. En efecto, se trataba de un capital que formaba parte del negocio central que era el del crédito hipotecario.
La liquidación de Credit Fonciere en el año 1959 dejó a Cresud en manos de accionistas belgas, cuyas acciones comenzaron a cotizar en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires a partir de 1960. Durante las siguientes tres décadas, la empresa se desarrolló y mantuvo como un capital agrario típico del sector.
La historia de la empresa dio un vuelco a partir de 1994 con la adquisición de la mayoría accionaria por parte de IRSA, una inmobiliaria urbana de larga trayectoria que se encontraba en pleno proceso de expansión, que de este modo pasó a desarrollar su actividad también en el ámbito agropecuario.
IRSA
IRSA Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima fue fundada en 1943, como una propiedad inmobiliaria por Eduardo Elsztain, un inmigrante judío argentino. La pequeña propiedad independiente, con sede en Buenos Aires, creció lentamente hasta que en 1991 fue comprada por una sociedad compuesta por Marcelo Mindlin y Eduardo Elsztain, nieto del fundador, con el apoyo del financiero internacional de origen húngaro George Soros.
IRSA es hoy la mayor empresa argentina de bienes raíces con inversiones en Estados Unidos e Israel y sus acciones cotizan en BYMA y en la NYSE. Además, cotiza su controlada IRSA Propiedades Comerciales S.A., acción que el mercado local cuenta entre sus papeles con alto grado de liquidez, es decir, que está muy presente en las negociaciones diarias de compra y venta de acciones. Siempre pujante y con visión de futuro, en 2020 en plena recesión y pandemia mundial IRSA sigue expandiendo su cartera de centros comerciales, oficinas, hoteles, reserva de tierras, y espacios de entretenimiento.
BHN
En línea con la actividad inmobiliaria, IRSA se incorporó al directorio del Banco Hipotecario Nacional (BHN), a partir de la adquisición de un tercio de la participación en el capital social. Esta entidad bancaria, nacida por ley en el año 1886, inició su actividad con la circulación de las primeras cédulas hipotecarias, un tipo de bono que emite una entidad financiera cuyo cobro se garantiza con préstamos hipotecarios concedidos por esa misma entidad. Así fue como desde sus inicios y hasta mediados del siglo XX, las cédulas hipotecarias argentinas, se convirtieron en uno de los vehículos preferidos para canalizar el ahorro de mediano y largo plazo y en la principal vía de acceso al crédito para empresas e individuos, a través del mercado de capitales.
Hacia mediados de siglo XX su actividad se concentró en el financiamiento para la construcción de viviendas tanto individuales como colectivas e incluso contribuyó a conformar el perfil arquitectónico de muchas ciudades del país. Y, a través del Plan Federal de Vivienda y con el sostén financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), permitió que muchas empresas y sindicatos construyeran barrios para sus afiliados. Ya en 1997 mediante una ley aprobada por el Congreso Nacional, el BHN se convierte en sociedad anónima. De esta manera se aspira a potenciar las fortalezas de los sectores público y privado, para llegar al siglo XXI, con una entidad consolidada como banca universal que brinda soluciones integrales en materia de crédito, ahorro e inversión orientadas a familias, empresas y organismos del sector público.