“Hay incentivos para invertir y vamos a crecer en serio”
Lo aseguró Javier Milei durante el Acto central por el 170° Aniversario de la BCBA. El Presidente de la Nación fue recibido por el titular de la Bolsa, Adelmo Gabbi, quien remarcó que las instituciones del mercado de capitales “están preparadas para la transformación” de la Argentina.
Precedido de una gran expectativa, el acto central por el 170° Aniversario de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires convocó a altas autoridades políticas y empresarias del país, en un marco multitudinario de socios e invitados especiales que atiborró el “viejo recinto” de la entidad bursátil. El presidente de la Nación, Javier Milei, llegó puntual a la cita y, tras compartir un breve encuentro en privado con autoridades y funcionarios de la casa, bajó la escalera de honor que conduce al salón principal del palacio bursátil en compañía del titular de la BCBA, Adelmo Gabbi.
Tras los saludos de rigor con los dirigentes empresarios y políticos sentados en las primeras filas, Gabbi tomó la palabra para recibir en público al Primer mandatario: “Señor Presidente de la Nación, gracias por sumarse a nuestro festejo. Gracias por honrar nuestros principios fundacionales. Valoramos que Usted siempre vaya con la verdad”, le expresó el directivo bursátil a Javier Milei, y remarcó: “El ahorro es la base del progreso, y es la inversión la que genera crecimiento. El desafío está en la capacidad de ahorrar e invertir para el futuro. El mercado de capitales ayuda a preservar el capital y generar rentas que pertenecen al bienestar por venir. Muchas veces, el progreso se genera con los recursos que no se malgastan, que no se roban, que no se pierden en burocracias innecesarias, que no se filtran por exceso de intervencionismo para justificar algún cargo político”.
Al calificar como “motivo de satisfacción y de celebración” la baja del déficit fiscal y el objetivo de la emisión cero, Adelmo Gabbi exhortó a que los beneficios de estas políticas económicas se destinen a la reinversión en infraestructura o a la reducción impositiva, “para mejorar la calidad de los productos y servicios que se ofrecen a la comunidad”, y enfatizó: “Hoy más que nunca, la sociedad tiene que percibir que este sacrificio vale la pena. Estoy convencido de que la ciudadanía, con su voto, delegó en el actual Poder Ejecutivo la resolución de tres objetivos impostergables: terminar con la inflación, con la inseguridad y con la corrupción. Otro mandato de la sociedad es resolver la cuestión de la inseguridad jurídica y física. No hay inversiones de calidad sin seguridad jurídica. Y no hay inversores si no hay seguridad física”.
En nombre de la entidad, el Presidente de la BCBA festejó la aprobación de la Ley Bases y la firma del Pacto de Mayo, y aseguró: “Esta Bolsa, junto a ByMA (Bolsas y Mercados Argentinos), está preparada para la transformación, para ser protagonistas en el financiamiento de la inversión en infraestructura con acuerdos públicos y privados. Muchas veces me han escuchado cerrar mis discursos con un enfático ¡Compro Argentina!; por suerte, el tiempo me demostró que nuestro hermoso país siempre sale adelante. Pero reaccionar, rebotar e incluso crecer no significa desarrollarse. Esta vez creo en la oportunidad de desarrollarnos sostenidamente, y a mi famoso ¡Compro Argentina! le agregaría: ¡Compro y me mantengo siempre en mi país!, la querida Argentina”.
La inflación, un fenómeno monetario
A continuación, Javier Milei inició su disertación referida a “emisión, inflación y devaluación”. El Presidente mencionó a Luis Caputo, presente en el acto, como “el mejor ministro de Economía de toda la historia argentina”, calificó a su tarea de “enorme, monumental”, y aseguró que “sólo la historia podrá dar cuenta del trabajo fabuloso que está haciendo”.
Milei sostuvo que para terminar con la inflación es preciso entender la naturaleza del dinero, y expuso: “El dinero no es ni más ni menos que un bien de intercambio indirecto. Se demanda dinero para facilitar los intercambios, para hacerse de los bienes de manera indirecta. Eso significa que la demanda de dinero es una demanda derivada; es decir, una demanda espejo de lo que pasa en el lado real del sistema, con la demanda de bienes. Por lo tanto, es una demanda derivada que solamente existe a los fines de instrumentar los planes de consumo presente y futuro, es decir, un sendero intertemporal de consumo. Así, en el fondo, la demanda de dinero va a depender del sendero de consumo”.
Sobre la base de este razonamiento, el Presidente se refirió a la naturaleza monetaria de la inflación: “El equilibrio monetario significa que los saldos reales tienen que equilibrarse con la demanda real de dinero. Es decir, que la cantidad nominal de dinero dividida por el nivel de precios tiene que equivaler a la demanda real de dinero. En la medida en que se modifique la cantidad de dinero, también se va a modificar ese nivel de precios. Ahí nos encontramos con la frase de (el economista estadounidense) Milton Friedman: ‘La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario’. Por lo tanto, lo único que hace el Banco Central cuando modifica la cantidad de dinero es modificar el nivel de precios”.
La salida del cepo
Con referencia al tercer ítem de su charla, la devaluación, Javier Milei afirmó que “el tipo de cambio es un precio más: el precio de una moneda extranjera, el Dólar; entonces, cuando sube el Dólar, en realidad es el Peso el que pierde poder adquisitivo”. Y detalló: “El tipo de cambio está determinado por la oferta de dinero doméstica respecto de la oferta de dinero internacional, y por la demanda de dinero internacional respecto de la demanda de dinero local. O sea que, si se deja de emitir no hay motivo para que suba el tipo de cambio. De ahí viene la ‘emisión cero’: estamos terminando con el problema de la inflación y, obviamente, con el del tipo de cambio. Entonces, lo que se tiene que acomodar es el nivel de precios”.
Sobre el final de su alocución, el Primer Mandatario ratificó que la economía argentina va a salir del cepo cambiario, y postuló las condiciones para lograrlo: “Una vez que alcancemos una inflación en torno al 2% mensual, vamos a ir por una tasa del 1% mensual. Y cuando la inflación esté en niveles cercanos a cero, tendremos que elegir si vamos a un esquema de devaluación cero –que sería tipo de cambio fijo– o si dejamos flotar el tipo de cambio. El riesgo es que la cantidad de dinero –por ejemplo, la de la base monetaria– sea muy baja. No sea cosa que, al apretar tanto la cantidad de dinero, terminemos ahogando la economía sólo por acelerar la tasa de desinflación. Porque, dicho sea de paso, la economía empieza a mostrar signos de recuperación”.
“De corto plazo vamos a tener una recuperación de la demanda y vamos a empezar a salir”, aseveró Milei, y explicó: “La economía argentina ha destruido su capital, consecuentemente, el valor del producto marginal del capital es alto. Los retornos reales de los proyectos son altos y hay incentivos para invertir, aún con la vieja estructura jurídica. Mientras que en diciembre del año pasado discutíamos si íbamos o no a una hiperinflación, hoy discutimos sobre créditos hipotecarios a 30 años. Vamos a entrar en un sendero de crecimiento más alto, y eso va a generar recursos fiscales. Yo me comprometo acá, ante ustedes, que esos recursos no van a ser para aumentar el gasto público. Esos recursos adicionales que genere el crecimiento se van a utilizar para bajar impuestos, para devolverles la libertad a los argentinos, y para volver a crecer en serio. Estamos volviendo a abrir el camino de la libertad y a abrazar sus ideas. Y si nos mantenemos en este camino, si entendemos que esta vez el esfuerzo sí va a valer la pena, en 30 o 40 años vamos a ser nuevamente una de las máximas potencias mundiales”.