Lo afirmó el analista internacional Jorge Castro durante su presentación en la Reunión Anual de FIAB. “Una negociación entre las partes para poner fin al conflicto bélico en Ucrania podría erradicar las causas de la crisis mundial en un año o menos –aseguró–. Sin embargo, el enfrentamiento entre las superpotencias ha transformado a la crisis actual en la más grave de la historia del capitalismo”.

El periodista y analista político internacional Jorge Castro disertó junto a Claudio Zuchovicki en el “Panel de panorama global”, durante la 49° Reunión Anual de la FIAB organizada por la Bolsa de Valores de Caracas. Con la solidez argumentativa que lo caracteriza, Jorge Castro trazó un panorama elocuente sobre la actual coyuntura económica determinada por la pospandemia y el actual conflicto bélico de implicancias globales: “La guerra de Ucrania, combinada con las sanciones comerciales y financieras impuestas a Rusia por los Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido, han golpeado con un impacto extraordinario, de carácter disruptivo, a la economía mundial. Este impacto se ha sentido, sobre todo, en el mercado de los commodities y en las condiciones financieras e inflacionarias globales”.

El resultado de este proceso, amplió el analista, ha sido una desaceleración profunda de la economía mundial, que este año crecería solo 2,9% anual, cuando la previsión era de 4,5% según datos del Banco Mundial: “Dicho crecimiento estimado se mantendría más o menos constante durante 2023 y 2024, lo que implicaría un debilitamiento generalizado de la capacidad de crecimiento potencial, en especial, de las economías avanzadas. Esta tendencia a la declinación coincide con un aumento de la tasa de inflación, cuyo registro global asciende este año a 7,8% anual: el mayor nivel desde 2008. El Banco Central británico prevé que, hacia fin de año, la tasa de inflación en el Reino Unido ascenderá a 21% o más. Para los próximos 10 años se prevé entonces una situación de bajo crecimiento económico combinada con una alta inflación”.

La más grave crisis del capitalismo

No obstante, Jorge Castro puntualizó que “la combinación entre la guerra de Ucrania y las sanciones económicas impuestas a Rusia tiene un carácter completamente ajeno al proceso orgánico de acumulación capitalista del siglo XXI”, y aseveró: “Poner término al conflicto ucraniano a través de un proceso de negociación entre las partes podría erradicar, en un solo movimiento y de manera prácticamente inmediata (en un año o menos), las causas de fondo de la crisis mundial. Sin embargo, lo que hay en este momento es una ruptura y un enfrentamiento de gran envergadura que transforman a la actual crisis en la más grave de la historia del sistema capitalista, mucho más grave incluso que la de 2008-2009. Hay una situación de guerra global entre Estados Unidos y la OTAN por un lado, y Rusia y China por el otro”.

“El hecho crucial producido en la economía mundial de nuestra época es la ruptura prácticamente total entre los mecanismos de coordinación y de cooperación, en el marco de la globalización de la economía mundial –concluyó el analista–. Nuestro sistema globalizado es, por necesidad, altamente cooperativo y requiere de la plena vigencia de sus mecanismos de coordinación. Esta ruptura tiene su principal manifestación en la relación entre Estados Unidos y China, las dos superpotencias de nuestro tiempo. La resolución de esta crisis es de carácter estrictamente político, porque su naturaleza es la de un conflicto geopolítico surgido en el corazón de Europa a través de la guerra de Ucrania. Guerra que, con sus consecuencias energéticas y alimentarias, les abre una extraordinaria oportunidad a los países de América del sur para incrementar (y hasta triplicar) sus exportaciones de agro-alimentos y de energía en los próximos 5 o 10 años. Tal es el caso, sobre todo, de los países del Mercosur, encabezados por Brasil, la gran potencia alimentaria de la época, y la Argentina”.

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