Soñar a lo grande
“…pero empezar de a poco y luego crecer”, fue la recomendación de Diego Pasjalidis, a cargo de la última clase del Programa sobre Emprendedurismo de la Fundación BCBA. “Después, el canvas te va llevando”, les dijo a sus alumnos, en referencia a la aplicación que ayuda a hacerse las preguntas correctas en el orden correcto a fin de llevar a buen puerto un plan de negocios.
La última clase del Programa sobre Emprendedurismo, una capacitación gratuita que se ofreció en forma virtual y exclusiva a los alumnos de colegios secundarios de la Ciudad de Buenos Aires galardonados por la Fundación BCBA con el Premio Estímulo al mejor promedio (promociones 2017, 2018, 2019 y 2020), tuvo una dinámica fuertemente orientada al estudio de casos y extracción de conclusiones y tips.
Según Pasjalidis, ser emprendedor hoy en el mundo de los negocios significa tener los conocimientos, las actitudes, las ganas de enfrentar desafíos, de resolver problemas complejos, de tener en cuenta el tema de ventas, de números, temas comerciales, de estrategia. “La cabeza del emprendedor es muy completa, es una forma de pensar distinto,” resumió.
“Una persona común cuando ve que hay mucha gente quejándose por ejemplo en la cola de un banco, o en twitter, se aleja, no le gusta. Un emprendedor pregunta: «che, ¿y de qué se están quejando esas personas? ¿Puedo crear un producto o un servicio, o puedo llevar una idea a esa empresa de la que la gente se está quejando?” Pajsalidis explicó que un emprendimiento puede originarse a partir de: 1. un “dolor” de un sector/empresa; 2. una crisis, una tendencia y una pasión; o 3. un problema común de usuarios. A continuación, pasó a analizar diferentes casos de emprendimientos recientes que surgieron a partir de disparadores clave que permiten identificar dónde puede haber una oportunidad de negocio.
“Cuando me dijeron que tenía que hablar de casos de éxito o de fracasos… yo no les quiero hablar de Amazon, de Google, de Ualá, Mercado Libre, de Apple, porque quedan lejos. Ustedes me van a decir: “Está buenísimo todo esto que me estás contando, pero la verdad es que yo estoy acá, trabajo, o no trabajo, pero no tengo un millón de dólares para hacer una inversión””, arrancó el profesor y alertó: “Cuidado! Lo que vamos a ver hoy son herramientas que te van a ayudar a vos ¿por qué no? a entender qué cosas podés hacer para emprender un negocio y crecer y romperla y vender tu idea, eventualmente a una empresa grande. Ésa es la mentalidad emprendedora.”
“Pedirle a un emprendedor que no cometa errores es como pedirle a un jugador de fútbol, que no se ensucie, que no se embarre, o no se caiga, o no le duela una patada. Es imposible,” graficó el profesor en la charla, y advirtió: “Y si van a ser emprendedores, sepan que en algún momento las cosas no les van a ir como quieren; no digo que les vaya a ir mal, sino que no les va a ir como quieren, les va a costar. Todo esto tiene que ver con la mentalidad emprendedora”, concluyó.