“Para superar la crisis, necesitamos entidades empresariales fuertes”
En la siguiente nota escrita para la revista Alzas & Bajas, el presidente de la BCBA, Guillermo Carracedo, sostiene que si quiere salir de su estancamiento la Argentina deberá atraer el doble de inversiones en Industria que los países vecinos.
Imaginemos la siguiente escena: El CEO de una importante empresa internacional está por Zoom frente a un consejo de inversiones de accionistas en Europa y Estados Unidos de su Grupo. Explica con una serie de cuadros y estimaciones por qué está proponiendo una inversión en Argentina, destinada en una proporción muy chica al mercado local de consumo masivo y el resto al mercado internacional. Se trata de una explicación muy prolija y sólida armada por sus asesores.
Al terminar, su pregunta habitual es: “¿Alguien quiere profundizar en algún tema?”. Una accionista pide la palabra, lo felicita por su exposición y le pregunta: “¿El Gobierno está unido y tiene mayoría en ambas cámaras? ¿Los sindicatos están dispuesto a no obstaculizar? ¿Los empresarios instalados en Argentina están invirtiendo sobre sus amortizaciones? ¿El Gobierno asegura un tipo de cambio competitivo, y que se permita girar dividendos como política de Estado? ¿Hay intención por parte de las autoridades de actuar para ir disminuyendo los niveles de informalidad de la economía? ¿La seguridad jurídica será política de Estado?”.
Como podrán imaginar, esa inversión no fue autorizada.
El trabajo de meses por parte de su equipo se derriba con sólo 6 preguntas elementales. Argentina necesita imperativamente una avalancha de inversiones extranjeras productivas de largo plazo, excluyendo las de Energía, ya que éstas se rigen por otros parámetros.
Quienes invierten en Energía están habituados a trabajar en todo tipo de países, incluso en aquellos que por su situación geopolítica implican altos niveles de amenaza y vulnerabilidad. Las inversiones que nuestro país necesita deberían estar enfocadas a la Industria.
Para poder ir recuperando el espacio que hemos perdido, la magnitud de éstas tendrá que duplicar –en relación al PBI– a las de nuestros vecinos de la región.
Hace casi 30 años, en el Coloquio anual de IDEA, el tema principal era la seguridad jurídica. Excepto en un corto período, no pudimos cumplir con ese objetivo. Este tema es relevante ya que, sin seguridad, las inversiones serán muy limitadas y requerirán de una tasa de rendimiento que triplique la de un país normal.
La economía real está obligada a competir en el mercado local con la informalidad y, hasta en alguna oportunidad, con el contrabando.
Un inversor productivo de largo plazo está preparado para hundir fondos por muchos años y sin posibilidades de hacer un stop loss. Es consciente de que durante 3 o 4 años no recibirá dividendos y de que, más aun, deberá financiar pérdidas.
Inversiones en empresas ya instaladas no serán la solución para salir de este estancamiento. Sin nuevas inversiones, seguiremos en una curva descendente.
Las entidades empresariales, gremiales o no, deberíamos insistir en este tipo de objetivos. Para eso se requiere de una actitud colectiva que transmita estas propuestas.
Guillermo Carracedo, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires