“Los sistemas previsionales deberán ser reconsiderados”
Lo aseguró el director de la Fundación BCBA, Manuel Oyhamburu, durante un webinar organizado en el marco de la Semana Mundial del Dinero. “¿En dónde se colocan los ahorros y en dónde se deberían colocar, en el actual contexto de riesgo sistémico? Esta pregunta es pertinente, en particular, para los sistemas previsionales”.
A manera de adelanto virtual de las actividades previstas para la Semana Mundial del Dinero (“Global Money Week”-GMW), la Fundación Bolsa de Comercio de Buenos Aires y Junior Achievement Argentina (JA) llevaron a cabo el webinar Previsión, ahorro y acumulación de capital, con la participación a distancia de más de 70 jóvenes. “Cuando finalice esta situación anómala de aislamiento que atravesamos por la pandemia de coronavirus, organizaremos con JA las actividades pendientes en el marco de la GMW”, prometió a los participantes virtuales el director de la Fundación BCBA y economista de la Bolsa, Manuel Oyhamburu, a cargo del webinar.
“Estamos en un momento de profundo cambio”, sostuvo Manuel Oyhamburu al inicio de la charla. “Lo que está ocurriendo en el mundo, en términos de lo que la pandemia de COVID-19 dejará tras de sí, no va a ser gratis. Claramente habrá un impacto económico, pero también habrá un cambio en las conductas; y hay que reflexionar acerca de hacia dónde nos puede llevar ese cambio, y si está bien que nos lleve allí donde se prevea que nos conduzca. En la situación actual, lo que se ve desbordado es el sistema sanitario. Esto pone en cuestión los sistemas de salud, tanto privados como públicos, porque no alcanzan a cubrir la asistencia sanitaria por la epidemia. Creo que, asimismo, esto llevará a un replanteo de muchos aspectos de los sistemas de previsión de seguros y jubilatorios, y también a un replanteo de las actitudes privadas a partir de las finanzas personales”.
Según la Real Academia Española, “previsión” es la acción de disponer lo conveniente para atender a contingencias o necesidades previsibles. “A partir de esta definición, contar con una reserva de recursos es algo indispensable”, señaló el Director de la Fundación BCBA. “Desde el punto de vista económico, vamos a tomar decisiones de previsión en distintos ámbitos. A veces podremos hacer una previsión más eficaz, y otras nos costará más hacerlo. No es posible conocer con certeza los resultados que tendrán nuestras decisiones en el futuro, así que trabajaremos en entornos donde los resultados de las previsiones puedan llegar a ser no del todo correctos. En términos contables, por ejemplo, cuando una empresa prepara su balance hace previsiones de ingresos, de costos, de demanda. La economía previsional tiene en cuenta todo lo atinente a las perspectivas a futuro. Por ejemplo, ¿cuánta población pasiva habrá dentro de 20 años? Sobre esa base se puede armar un seguro previsional y lograr que parte de los recursos de la población se transforme en un ahorro que garantice un seguro de retiro, de jubilación”.
Respecto de la previsión en materia económica, Manuel Oyhamburu recordó a su audiencia virtual una discusión clásica acerca del papel del Estado en el plano de las finanzas personales: “El Estado ha tomado la decisión de ser quien prevea aquello que los ciudadanos no pueden, supuestamente, prever por sí mismos. Yo estoy convencido de que la mejor manera de optimizar el funcionamiento económico es a partir de la concientización de las finanzas personales. Ante la ausencia de una adecuada educación financiera, son los Estados los que se encargan en gran medida de los sistemas de previsión. Sin embargo, muchas veces los fondos de los ahorros previsionales terminan utilizándose para otros fines”.
“Claramente, la pandemia del COVID-19 es un cisne negro; esto es, un evento imprevisto, al que se le asigna una probabilidad ínfima de ocurrencia, pero de un impacto gigantesco”, explicó el economista de la BCBA. “Es notable la volatilidad que ha invadido a los mercados de acciones por estos días. Sin ir más lejos, la plaza argentina hoy puede subir fuertemente y alternarse con otras jornadas de bajas impresionantes. Así, en esta coyuntura, los movimientos bursátiles bruscos se muestran mucho más comunes que en un escenario normal. La situación actual es de un riesgo sistémico pocas veces visto, ya que afecta los precios de todos los valores casi sin excepción, incluidos los que se consideran ‘de refugio’, como es el caso del oro. ¿Cómo nos va a cambiar esta coyuntura desde el punto de vista económico-financiero? ¿Nos hará más previsores, o entraremos en una etapa de gasto desmesurado y desinterés por la previsión? Es probable que los consumidores tomen una actitud permanente de carpe diem mal entendido, esto es, de vivir día a día, desinteresados por el futuro. Esto sería muy malo para la economía mundial, porque una parte de los recursos debe ser ahorrada para la inversión, lo que en el futuro permite un mayor nivel de crecimiento”.
“Si los superávits sólo son destinados al consumo actual, entonces no habrá dinero para incrementar la capacidad de ingreso a futuro”, continuó Oyhamburu. “Ahí es donde aparece la disyuntiva del presente: el mundo actual genera un desincentivo muy grande al ahorro, dado el ínfimo nivel de las tasas de interés, y un gran incentivo al consumo. Si el ahorrista obtiene ‘cero’ al colocar su dinero en una inversión, entonces no hay incentivo para destinar capital en un desarrollo productivo. Este desincentivo impide la inversión en una mejor capacitación de los recursos humanos, en la compra de maquinarias, en la mejora de las carreteras…; impide, en suma, que el mundo pueda tener “una torta” de producción cada vez más grande para que en el futuro se pueda consumir cada vez más. ¿Cuál es el objetivo de sacrificar consumo presente, con el fin de ahorrar dinero e invertirlo? Se trata de procurar un nivel de consumo creciente y parejo durante toda la vida”.
¿Dónde se está colocando el dinero de los sistemas previsionales, en el presente contexto de riesgo sistémico? “Los bonos soberanos son una alternativa cada vez menos viable”, advirtió el Director de la Fundación BCBA a los jóvenes participantes del webinar. “Hoy, en su mayoría, los bonos de los países desarrollados (Estados Unidos, Alemania, Japón) tienen tasa de interés negativa. No hay incentivo al ahorro, y ése va a ser un problema muy grande para los sistemas previsionales en todo el mundo. Un problema que deberá ser considerado cuando se haya terminado la pandemia del coronavirus, que provocará una fuerte caída del PBI mundial. Cuando se analiza la evolución del PBI mundial, la presente coyuntura económico-financiera es parte de un proceso iniciado en 2009 y que no se ha podido resolver completamente a la fecha. La mega-emisión monetaria efectuada por los gobiernos de los países centrales ha llevado las tasas de interés a niveles muy bajos. Es un tema que debe ser considerado, porque el mundo necesita ahorro para poder invertir, acumular capital y crecer. Sin inversión, habrá más problemas para los sistemas previsionales en el futuro”.